Un consejo infalible para no aburrir a tus lectores

El aburrimiento es lo peor.

En internet está muy de moda esto de aportar valor. Y está genial, de verdad, nada en contra. Es más, intento hacerlo siempre que puedo, claro. Si lo que comparto no es útil, pues apaga y vámonos.

Pero una cosa es útil, y otra es entretenido.

Divertido, guasón, fresco.

En mi vida he aprendido cosas que me han servido después, pero me he aburrido como una auténtica ostra mientras lo hacía.

Y eso no está bien.

Por muy valioso que sea tu contenido, hay que saber contarlo.

Los copys siempre estamos con eso. Lo importantes no es lo que dices, sino cómo lo dices.

Si no lo haces bien, perderás lectores, suscriptores, o lo que sea que tengas. Es más, si me das a elegir entre solo aportarme conocimientos o entretenerme, escojo lo segundo.

La foto de cabecera, pertenece a uno de los consejos de Gary Provost sobre redacción.

Este escritor estadounidense que nos dejó en el 95, publicó además de novelas, 6 guías de redacción. En una de ellas, «100 maneras de mejorar tu escritura», da recomendaciones para que los lectores se enganchen a tu texto desde el principio.

Y lo expresa de esta forma tan bonita, gráfica, entretenida y musical.

Por eso es uno de los consejos sobre escritura más compartidos en las redes sociales desde hace años.

Como la foto no es buena, lo reproduzco. Pero me interesaba que vieras cómo lo pone exactamente Provost en su libro. Realmente es muy ingenioso. Y los colores, hacen que la información llegue mejor a nuestro cerebro.

«Esta frase tiene cinco palabras. Aquí hay otras cinco palabras. Está bien escribir frases así. Pero muchas juntas suenan monótonas. Escucha lo que está ocurriendo. La lectura se vuelve aburrida. El sonido empieza a zumbar. Es como un disco rayado. El oído pide más variedad.

Ahora, escucha. Varío la longitud de la frase y creo música. Música. La escritura canta. Tiene un ritmo agradable, una cadencia, una armonía. Uso frases cortas. Y uso frases de tamaño medio. Y, a veces, cuando estoy seguro de que el lector está descansado, le engancho con una frase de longitud considerable, una frase que se incendia con energía y que crece con todo el ímpetu de un crescendo, del redoble de tambor, del tintineo de los platillos; sonidos que dicen escucha esto, es importante.

Así que escribe con una combinación de frases cortas, medianas y largas. Crea un sonido que agrade el oído del lector. No escribas solo palabras. Escribe música».

¿No es genial?

A mí me encanta.

Y ahora, cada vez que escribo un mail o una entrada, casi siempre me acuerdo de Provost. Y casi siempre también, después de pensar en él, acorto alguna frase más.

En su libro hay muchos otros consejos buenos. Aunque no todos llaman tanto la atención.

Para acabar con el post, os dejo otro de los párrafos que me gustan. Los que me conocéis, sabéis como defiendo la diferencia por encima de todo.

«Hay clichés a patadas. Si has visto uno, los has visto todos. Si no se han usado un millón de veces, no se han usado ninguna. Han cumplido su vida útil. Están más vistos que el tebeo. Hacen que el escritor parezca más tonto que un zapato y hacen que el lector se duerma como un tronco. Así que sé astuto como un zorro. Huye de los lugares comunes como de la peste. Si empiezas a usar uno, suéltalo en menos que canta un gallo. Tienes que ser más listo que el hambre. Escribe algo que sea fresco como una rosa, que sea más bonito que un san Luis y que dé en el clavo. Hombre precavido vale por dos.»

Y esto ya, lo añado yo para finalizar:

Sé valiente, atrévete y consigue ser memorable. Nadie será recordado jamás, por hacer lo mismo que el resto del rebaño ;-).

si te ha gustado, estaré encantada de que compartas la entrada o charlar contigo en los comentarios.

¡Feliz día y hasta pronto!

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Sandra